Para la pantalla de la madre (Satomi) del hikikomori he aportado la historia y los versos poéticos que se pueden apreciar a continuación.
HISTORIA DE SATOMI
Satomi es una
bella mujer que vive en tierras japonesas. Las cuatro islas principales de
Japón son: Honshi, Hokkaido, Kyushu y Shikoku. En estos territorios ha
explorado miles y miles de aventuras a lo largo de estos años. A pesar de su
carácter “aventurero”, con ganas de evolucionar y conocer día tras día; esta
joven ha encontrado un espacio familiar con su marido y su hijo. Trabaja
intensamente en su despacho, sobre todo,
en sus “huecos libres”. La idea fundamental es “sacar adelante” a su
familia.
Para Satomi la vida es
movimiento, un movimiento en el espacio; y al igual que la vida misma con una
trayectoria no-lineal. Ella es partidaria de que el cuerpo físico de cada
persona ocupa un lugar en el espacio, donde se crea la experiencia vital.
Mediante el movimiento se expresan infinitos significados.
Satomi es capaz
de crear su música y bailarla, pues es una bailarina y compositora profesional
que ha conseguido sus metas tras finalizar con celeridad sus estudios
universitarios. Tiene tanto éxito en las respectivas actuaciones que tiene que
suspender algunas (seleccionar de alguna manera), porque aunque actúe dos veces
por semana no puede atender a todas las que le solicitan.
Satomi ha
actuado en casi todos los mejores auditorios y teatros de España, Alemania,
Finlandia, Inglaterra, Estados Unidos y como nó, en su país de origen, Japón.
Esta capacidad creativa de Satomi y según ella misma nos cuenta también se
traduce en la expresión de “Tenues
pinceladas”. Desde temprana edad pinta
cuadros en un estilo contemporáneo. En cada cuadro deja reflejada esta estética
que vincula libremente con su estado anímico, sus tristezas y sus alegrías.
Satomi aún sigue pintando.
También cuenta
que crear música, escribir poesía y pintar cuadros es como el amanecer de cada día. Es una mujer
plena de inspiraciones y energía.
Satomi se mira
al espejo para acceder a su mundo instrospectivo, su espacio interior. Este
rincón es denominado por ella “isla”, un sinfín de transmisión de sentimientos, de
propuestas reflexivas, intuitivas, … con un carácter “absolutamente abierto”.
Los
historiadores creen que existen muchas “Satomis” en el mundo, y gracias a ellas
brota la calma, el bienestar y la felicidad.
UN DÍA TÍPICO DE
SATOMI
Satomi se
levanta muy temprano, a las 6:30h. Realiza una serie de ejercicios de yoga, a
modo de estiramiento para comenzar el día con energía. Este espacio ocupa un
tiempo limitado de 10 a 15 minutos. Son sólo breves instantes en los que Satomi
se vierte esfuerzos en su “equilibrio personal”, para afrontar el día a día con
tranquilidad.
A continuación,
el aseo. Y a las 7:30h prepara el desayuno “familiar” (para los tres). Pero día
tras día, ella se siente preocupada por su
hijo. Tiene que llevarle las comidas a
la habitación. Ni siquiera entra, sino que se la deja en la puerta. Su hijo
permanece en la habitación noche y día, ensimismado y prácticamente aislado de
la realidad que lo rodea. No habla y ni siquiera sale a comer o a charlar con
su padre y su madre. Su única preocupación es evadirse de la realidad a través
de la “no comunicación”, leyendo libros o cómics; pero la mayor parte del
tiempo la emplea en jugar a los videojuegos. “No se despega de su ordenador
portátil”.
La
competitividad y la presión social es tal en Japón que hay muchas personas en
su misma situación, “ausentes de la realidad”, inmersos en un “mar de dudas”.
Satomi ha
intentado “todo lo que ha estado de su mano”, pero es imposible
“contactar-hablar” con su hijo. A veces, como su hijo no habla, ella intenta
bailar en la habitación (cuando esta situación es posible) para comunicarse y expresarse con él
mediante “bellos movimientos” que contienen gran cantidad de energía y el
cariño de una madre. Otras veces, Satomi crea determinadas piezas musicales
(también con la misma intención de acercarse-comunicarse con su hijo) como
medio de expresión de sentimientos. Además Satomi aprovecha su capacidad de
creación para realizar piezas musicales “curativas” (musicoterapia), para que
limpien “el alma” de su hijo y todo vuelva a ser como antes. Prueba con su
hijo, y si ve que funciona, las difunde por Japón para ayudar a las personas
que se encuentran en la misma situación.
A lo largo del
tiempo, Satomi se ha dado cuenta de que la música es buen método, para “la
curación” de estas personas. Pero, sin tiempo no hay nada.
El desayuno, es
una de las comidas principales del día, y aprovechan para comentar cómo se van
a organizar. Satomi desayuna con su marido, ambos hablan de las diferentes
cosas que tienen que realizar a lo largo del día. Luego, su marido se va a
trabajar y ella se va también a su despacho de trabajo. Allí, se encuentra
hasta las 11:15h de la mañana. En estas horas, Satomi recibe muchísimas
llamadas de tipo profesional y crea intensamente, según los proyectos, encargos
y trabajos que tiene pendiente. Ella es una persona muy solicitada, le ofertan
actuaciones desde diversos teatros de gran calibre de Europa, Estados Unidos,
Inglaterra y Japón. Pero, ella siempre obedece a su “equilibrio”, compaginar la
vida profesional con la familiar. Por ello, sólo se compromete a dos
actuaciones por semana y a las temporadas de gira.
Seguidamente, se
relaja unos minutos y toca la hora de “su entrenamiento”. Por las mañanas
trabaja aspectos relacionados con la preparación física (correr, abdominales,
bicicleta, …) en el gimnasio. Aunque ella es una persona muy tranquila, y a
veces, estas secciones las realiza en un parque precioso que se encuentra cerca
de su oficina.
A las 13:30h,
toca otro breve descanso para la relajación y el estiramiento, y regresa a casa
para preparar el almuerzo. Esta comida, según lo que tenga planeado preparar,
pues o bien sólo tiene que calentar porque está hecho del día anterior
(preparado la noche anterior por su marido) o realiza las comidas en el
momento. A las 15:00h llega su marido para el almuerzo, y comen juntos. Su
marido después de una hora, tiene que volver a su trabajo y ya se ven a la
noche.
Y, respecto a su
hijo, más de lo mismo. Le lleva la bandeja de la comida y se la deja en la
puerta. A continuación, ella recoge y limpia; descansa un par de horas.
Por la tarde,
trabaja en el Teatro, donde prepara sus coreografías y repasa sus actuaciones
de la semana. Allí permanece dos horas aproximadamente, y a partir de las
19:00h tanto su marido como ella ya “son libres de responsabilidades” y se
encargan de disfrutar “al máximo” su tiempo de ocio. Este tiempo, también lo
comparten para “hacer la compra” de la casa juntos.
A ellos les
encanta, caminar por la ciudad de Tokio, entrar en los comercios, ir al cine,
visitar galerías de arte, quedar con sus amigos, visitar al resto de
familiares, …
Es una pareja
ejemplar, ambos se encargan de distribuirse las labores de la casa. Luchan y se
esfuerzan cada día por crecer y ser una “familia feliz”. Pero esa felicidad, no
la buscan en el “consumo imparable”, sino en el consumo de la necesidad del día
a día.
A pesar de su
gran éxito, Satomi es una persona con un talento innato que “tiene los pies en
la tierra”, y sabe explotarlo con gran alegría, motivación y sabiduría. Es una
“fuente de energía imparable e inagotable”.
HIPERVÍNCULOS
1) “Tenues pinceladas”
Tenues
pinceladas
Naturaleza reservada
ligeras vertientes
permanecen revoloteando y girando
alrededor del presente,
disipándose
como pinceladas tenues
que se desvanecen en lejanos recuerdos.
Autora: Mª
Concepción Díaz González
2) “isla”
A
ritmo de lava
Volcán, fuente de mi ser
caminas con fuerza
desprendiendo lava
que se desliza por el alma.
Autora: Mª
Concepción Díaz González
3) preocupada por su hijo
Azahar
Perdida, fuera de mí misma
inserta en un túnel sin salida
en el que pienso …
camino … (más y más)
sin encontrar una solución.
Busco y no sé lo que busco
en un mundo que desconozco,
externo, abstracto, fuera de mi ser.
Autora:
Mª Concepción Díaz González